domingo, 14 de marzo de 2010

Xerófita

Este linaje de perro, parido de la Sierra Madre Occidental, en este desierto donde me funde el calor del sol de junio que los huizaches me han de cubrir y las heladas de enero me han hecho ladrar. Padezco de vértigos crónicos a estas alturas del mar de mis adentros que ha de estallar y caer a estas tierras que las sequías se han de tragar como ansiosas de probar esa humedad. El terreno irregular lleno de navajillas me lleva a los desfiladeros de aquella Sierra de Órganos de algún tiempo perdido en donde dos viznagas cubrieron mis ojos, llenos del brillo de los albores de un amor, en aquella garganta del infierno que ha de padecer de algún dolor, bajo este cielo más limpio que el aguamiel de los magueyes que recorren los caminos de incontables vidas transcurridas y muertes ocurridas por quién sabe quién en quien sabe dónde, dentro de éste árido latido que aparece para los nuevos caminantes, desaparece para los que quieren olvidar y permanece para los que ni muriéndose se han de safar de este semi desierto, esta semi vida, este completo sentir.

sábado, 6 de marzo de 2010

Contigo

Ella ya murió. Así como en algún tiempo uno se junta para vivir con una compañera, así se debía morir uno. En pares. Ya cuando se muere el otro, no queda nada, y pa´qué se queda uno solo aquí, nomás pa´acordarse de lo que uno ya vivió sin poder regresar el tiempo, que bueno o malo, era lo de uno, que bueno fuera vivir y olvidar... Hoy ya nada es mío. Me haces falta...
"...el día que a mí me maten,
que sea de cinco balazos,
y estar cerquita de ti...
Para morir en tus brazos..."